Los niños pueden convertirse en lectores de por vida por muchas razones. A veces, un libro que está de moda despierta la imaginación de un niño. En otros casos, son los maestros quienes logran convertirlos en lectores, al mostrarles diferentes géneros de libros y estilos de escritura. También puede que un bibliotecario ponga el libro correcto en las manos de un niño, justo cuando él o ella lo necesita. O que los niños vean a sus padres, cuidadores o hermanos leer, por el simple gusto de hacerlo y disfrutar de la lectura.
Aquí están nuestros mejores consejos para incentivar en los niños un amor por la lectura que dure toda la vida:
Léeles en voz alta
Ya sea con tu niño en las piernas o acurrucados en el sofá, aprovechen este tiempo de calidad juntos. Además de la historia, los niños pequeños y los más grandes, recordarán la cercanía. Y muchos niños aún disfrutan de que les lean un libro, incluso después de que aprenden a leer por su cuenta. Los niños de todas las edades, se beneficiarán al escuchar el ritmo del lenguaje, aprender la pronunciación correcta, al hacer preguntas y relajarse y disfrutar de la historia.
Algunos libros se consideran clásicos infantiles, porque siguen atrayendo lectores generación tras generación. Puedes intentar presentarle a tu hijo tus libros favoritos de cuando eras niño: Corduroy, Charlotte's Weby, los libros de Narnia.
Elige libros sobre cosas que le encantan a tu hijo
Si le encantan los vehículos, busca libros sobre coches, camiones y trenes. Si tu hijo adora los superhéroes, las princesas o los fantasmas, busca libros con esos personajes. Los bibliotecarios, las librerías y las búsquedas en Internet te ayudarán a descubrir libros sobre cualquiera que sea su tema favorito.
Permite que lean cosas divertidas
La comedia es una excelente forma de incentivar el amor a los libros. Algunos padres no están seguros de dejar que sus hijos lean Captain Underpants, o Diary of a Wimpy Kid, u otros libros graciosos sobre niños que se meten en problemas. Habla con tus hijos sobre el contenido, pero ten en cuenta que los niños desean leer estos libros no porque quieren imitar las acciones de los personajes, sino porque pueden vivir de forma indirecta sus travesuras mientras leen la historia.
Los libros digitales han demostrado ser especialmente atractivos para los niños que se niegan a leer. Recuerda que puedes descargar y acceder a muchos libros en un lector electrónico, tableta o teléfono, por lo que son una excelente opción para que se distraigan mientras van en el auto, durante los viajes o antes de irse a dormir. Encuentra libros digitales gratuitos en Internet Archive, Project Gutenberg, Google Play Books, y Open Library. O utiliza tu carnet de biblioteca para sacar libros prestados usando la aplicación Libby.
Convierte la lectura en un valor familiar
Lleva a tus hijos a la biblioteca con frecuencia, para conseguir nuevos libros y escuchar narraciones de cuentos. Exploren libros en tu librería local, busca libros de bajo costo en tiendas de objetos usados, o en la bibliotecas públicas. Muestra a los niños que buscar un buen libro es como la búsqueda de un tesoro. Reserva tiempo solo para leer y apaga el televisor, la computadora y el teléfono celular. Léeles a los niños a la hora de irse a dormir y trata de buscar el tiempo y el espacio para que tus hijos lean por gusto en el auto (¡si no se marean!), después de terminar la tarea o, por su cuenta, antes de irse a dormir. Advertencia: ¡Esto podría hacer que leer se convierta en un hábito!
Regan has been reviewing children's books for more than 20 years, and was for almost 12 years the Books editor at Common Sense Media. A journalist and former book editor for the San Francisco Chronicle, she cites as one of her toughest assignments having to read and review the 784-page Harry Potter and the Deathly Hallows on deadline in 48 hours. Regan is also a published author whose book Revolution in the Bleachers: How Parents Can Take Back Family Life in a World Gone Crazy Over Youth Sports grew out of her experience keeping up with two athletic kids. She earned a B.A., teaching credential, and master's degree in the teaching of French at the University of California at Berkeley -- reflecting a passion she's had for all things French since reading Eloise in Paris as a child.
