Cuatro conversaciones que podemos tener con niños mayores y adolescentes sobre el tiempo que pasan frente a las pantallas
Actualmente, los niños mayores y los adolescentes pasan más tiempo que nunca usando dispositivos digitales y las redes sociales. Debido a este aumento del tiempo frente a las pantallas, a muchos padres y cuidadores les preocupa cómo las actividades en línea de los niños afectan su salud física, mental y emocional.
Una sana relación con las pantallas depende de los tipos de actividades que los niños hacen en línea. Por otro lado, también es muy importante encontrar un equilibrio entre el tiempo que dedican a las pantallas y actividades diarias, como dormir, relacionarse con familiares y amigos, hacer ejercicio y pasar tiempo al aire libre. Puede ser útil establecer límites de tiempo frente a las pantallas para niños mayores y adolescentes, pero lo que ellos hacen ahí es aún más importante que la cantidad de tiempo invertido . Además, los conflictos familiares sobre cuánto tiempo es el adecuado pueden ser más dañinos para la salud mental de los niños que el tiempo que consumen.
Prueba estos consejos y preguntas para tener conversaciones con niños mayores y adolescentes sobre el tiempo que pasan frente a las pantallas.
1. Interésate en lo que hacen en línea
Trata de no criticar lo que los niños y adolescentes hacen en línea. Si ellos sienten que realmente te interesa, estarán más dispuestos a compartirlo contigo. Si tu niño mayor o adolescente no quiere hablar de lo que hace en línea, abre una cuenta en una de las plataformas populares (TikTok, Snapchat, etc.), y luego pídele que te enseñe a usarla. Comprender lo que hacen los niños y adolescentes en línea es el primer paso para guiarlos y asegurarte de que tengan experiencias positivas.
Pregúntale:
-
¿Cuál es tu aplicación o juego favorito en este momento?
-
¿Puedes mostrarme cómo funciona?
-
¿Qué te gusta de esta plataforma o juego? ¿Por qué?
-
(Para las redes sociales) ¿Cuáles son tus cuentas favoritas o personas a las que sigues?
2. Ayúdalos a reconocer sus hábitos de uso de las pantallas
A veces, la forma en que los niños usan los dispositivos electrónicos no es la más adecuada para su bienestar y lo mismo aplica para los adultos. Tal vez el tiempo que pasan frente a las pantallas está interfiriendo con sus hábitos de sueño, sus relaciones o su desempeño en la escuela. Hablen sobre cómo pueden usar estos dispositivos de manera equilibrada con otras áreas de la vida. Comparte tus propios hábitos como ejemplos para iniciar la conversación.
Pregúntale:
-
¿Cuáles son algunos hábitos de nuestra familia con respecto al uso de dispositivos como teléfonos y televisión? (Comparte algunos ejemplos, como revisar el teléfono al despertarte, o jugar videojuegos antes de irte a dormir).
-
¿Alguno de nuestros hábitos interfiere con actividades como dormir, pasar tiempo con amigos y familiares o salir al aire libre?
-
¿Hay algún hábito que debamos tratar de cambiar? ¿Por qué sí o por qué no?
-
¿Puedes pensar en algún momento específico en el que podamos dejar a un lado nuestros dispositivos electrónicos?
3. Hablen sobre su salud emocional
Ayuda a los niños mayores y adolescentes a reconocer cómo los hacen sentir las actividades en línea. Muchos adolescentes recurren a las redes sociales o buscan recursos en línea para buscar apoyo emocional, herramientas de salud mental y/o para interactuar con sus amigos. Sin embargo, las redes sociales también pueden tener efectos negativos en algunos jóvenes, especialmente en las niñas y en los adolescentes con depresión.
Pregúntale:
-
¿Cómo te sientes cuando estás en Instagram (o cualquier otra aplicación)?
-
¿Alguna vez te sientes incómodo, preocupado, triste o ansioso?
-
Si responde que sí: ¿Qué te hace sentir de esa manera?
-
¿Alguna vez sientes que has pasado demasiado tiempo en línea?
-
Si responde que sí: ¿Cuándo?
-
Si responde que no: ¿Por qué no?
-
¿Alguna vez has sentido presión para estar conectado o para usar las redes sociales?
-
Si responde que sí: ¿Cuándo te sientes presionado? ¿Por qué?
-
Si responde que no: ¿Por qué no?
-
¿Hay algún hábito que debamos tratar de cambiar? ¿Por qué sí o por qué no?
-
¿Puedes pensar en algún momento específico en el que podamos dejar a un lado nuestros dispositivos electrónicos?
4. Hablen sobre lo que pueden hacer si no se sienten bien o quieren cambiar sus hábitos con las pantallas
Hablen sobre algunas ideas que puedan implementar si se sienten incómodos, preocupados, tristes o ansiosos cuando están en línea. Y recuérdales que siempre pueden acudir a ti (o a otro adulto de confianza) si necesitan ayuda.
Pregúntale:
-
¿Alguna vez te has fijado límites de tiempo cuando estás en línea?
-
Si responde que sí: ¿Cómo te fue?
-
Si responde que no: ¿Quieres intentarlo? Yo puedo ayudarte.
-
¿Hay formas de comunicarte con tus amigos en persona con más frecuencia para quitarte la presión de estar en línea todo el tiempo?
-
¿Sabes cómo bloquear a alguien en tus aplicaciones favoritas?
-
Si responde que no: ¿Quieres que busquemos juntos cómo se hace?
Actualmente, los niños mayores y los adolescentes pasan más tiempo que nunca usando dispositivos digitales y las redes sociales. Debido a este aumento del tiempo frente a las pantallas, a muchos padres y cuidadores les preocupa cómo las actividades en línea de los niños afectan su salud física, mental y emocional.
Una sana relación con las pantallas depende de los tipos de actividades que los niños hacen en línea. Por otro lado, también es muy importante encontrar un equilibrio entre el tiempo que dedican a las pantallas y actividades diarias, como dormir, relacionarse con familiares y amigos, hacer ejercicio y pasar tiempo al aire libre. Puede ser útil establecer límites de tiempo frente a las pantallas para niños mayores y adolescentes, pero lo que ellos hacen ahí es aún más importante que la cantidad de tiempo invertido . Además, los conflictos familiares sobre cuánto tiempo es el adecuado pueden ser más dañinos para la salud mental de los niños que el tiempo que consumen.
Prueba estos consejos y preguntas para tener conversaciones con niños mayores y adolescentes sobre el tiempo que pasan frente a las pantallas.
1. Interésate en lo que hacen en línea
Trata de no criticar lo que los niños y adolescentes hacen en línea. Si ellos sienten que realmente te interesa, estarán más dispuestos a compartirlo contigo. Si tu niño mayor o adolescente no quiere hablar de lo que hace en línea, abre una cuenta en una de las plataformas populares (TikTok, Snapchat, etc.), y luego pídele que te enseñe a usarla. Comprender lo que hacen los niños y adolescentes en línea es el primer paso para guiarlos y asegurarte de que tengan experiencias positivas.
Pregúntale:
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¿Cuál es tu aplicación o juego favorito en este momento?
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¿Puedes mostrarme cómo funciona?
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¿Qué te gusta de esta plataforma o juego? ¿Por qué?
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(Para las redes sociales) ¿Cuáles son tus cuentas favoritas o personas a las que sigues?
2. Ayúdalos a reconocer sus hábitos de uso de las pantallas
A veces, la forma en que los niños usan los dispositivos electrónicos no es la más adecuada para su bienestar y lo mismo aplica para los adultos. Tal vez el tiempo que pasan frente a las pantallas está interfiriendo con sus hábitos de sueño, sus relaciones o su desempeño en la escuela. Hablen sobre cómo pueden usar estos dispositivos de manera equilibrada con otras áreas de la vida. Comparte tus propios hábitos como ejemplos para iniciar la conversación.
Pregúntale:
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¿Cuáles son algunos hábitos de nuestra familia con respecto al uso de dispositivos como teléfonos y televisión? (Comparte algunos ejemplos, como revisar el teléfono al despertarte, o jugar videojuegos antes de irte a dormir).
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¿Alguno de nuestros hábitos interfiere con actividades como dormir, pasar tiempo con amigos y familiares o salir al aire libre?
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¿Hay algún hábito que debamos tratar de cambiar? ¿Por qué sí o por qué no?
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¿Puedes pensar en algún momento específico en el que podamos dejar a un lado nuestros dispositivos electrónicos?
3. Hablen sobre su salud emocional
Ayuda a los niños mayores y adolescentes a reconocer cómo los hacen sentir las actividades en línea. Muchos adolescentes recurren a las redes sociales o buscan recursos en línea para buscar apoyo emocional, herramientas de salud mental y/o para interactuar con sus amigos. Sin embargo, las redes sociales también pueden tener efectos negativos en algunos jóvenes, especialmente en las niñas y en los adolescentes con depresión.
Pregúntale:
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¿Cómo te sientes cuando estás en Instagram (o cualquier otra aplicación)?
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¿Alguna vez te sientes incómodo, preocupado, triste o ansioso?
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Si responde que sí: ¿Qué te hace sentir de esa manera?
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¿Alguna vez sientes que has pasado demasiado tiempo en línea?
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Si responde que sí: ¿Cuándo?
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Si responde que no: ¿Por qué no?
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¿Alguna vez has sentido presión para estar conectado o para usar las redes sociales?
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Si responde que sí: ¿Cuándo te sientes presionado? ¿Por qué?
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Si responde que no: ¿Por qué no?
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¿Hay algún hábito que debamos tratar de cambiar? ¿Por qué sí o por qué no?
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¿Puedes pensar en algún momento específico en el que podamos dejar a un lado nuestros dispositivos electrónicos?
4. Hablen sobre lo que pueden hacer si no se sienten bien o quieren cambiar sus hábitos con las pantallas
Hablen sobre algunas ideas que puedan implementar si se sienten incómodos, preocupados, tristes o ansiosos cuando están en línea. Y recuérdales que siempre pueden acudir a ti (o a otro adulto de confianza) si necesitan ayuda.
Pregúntale:
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¿Alguna vez te has fijado límites de tiempo cuando estás en línea?
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Si responde que sí: ¿Cómo te fue?
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Si responde que no: ¿Quieres intentarlo? Yo puedo ayudarte.
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¿Hay formas de comunicarte con tus amigos en persona con más frecuencia para quitarte la presión de estar en línea todo el tiempo?
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¿Sabes cómo bloquear a alguien en tus aplicaciones favoritas?
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Si responde que no: ¿Quieres que busquemos juntos cómo se hace?
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