Al borde del abismo

Con estrellas maduras en un entorno atractivo, se trata de un romance más reflexivo que muchos de los que Netflix ha publicado recientemente en el género. Al borde del abismo sigue la fórmula: un estadounidense herido se traslada a un lugar aislado en el extranjero donde encuentra el amor y una nueva comunidad (por ejemplo, los pintorescos y entrometidos vecinos que preparan fabulosos platos locales). Sólo que aquí, el americano ya tiene un pasado en el lugar, cuyos detalles se van desvelando poco a poco. La película se disfruta mejor sin información previa sobre los acontecimientos. El hecho de que esté escrita y dirigida por una sudafricana-chipriota no implica una menor idealización del lugar, pero la representación está claramente hecha con mucho cariño.

La guionista y directora Stelana Kliris dice que su inspiración inicial para la película fue una noticia sobre un hombre en una casa en un acantilado conocido como punto caliente de suicidios. Esa premisa no se desarrolla de forma oscura, pero sí infunde más profundidad al personaje principal. Se convierte en un guardián de las almas perdidas en su solitaria casa en el acantilado, que junto con el romance dan nombre a la película y también a su tema musical. Connick Jr. no siempre pronuncia sus líneas con el naturalismo de un protagonista, pero resulta creíble y simpático en su papel de estrella del rock desgastada. La interpretación más destacada es la de Whitney, la enérgica cantante que se abre camino en su vida.