The Idol

Está claro que esta serie quiere alcanzar los niveles de atracción de Euphoria, pero los personajes no están lo suficientemente bien dibujados como para hacerlos interesantes. O posiblemente los actores de The Idol no son lo suficientemente hábiles como para transmitir los matices que deberían tener sus personajes. Porque aunque Lily Rose-Depp es preciosa, también está en blanco; no sabemos qué demonios la empujan a los traicioneros brazos de Tedros. Se supone que entendemos todo lo que necesitamos saber a través de diálogos como "Cuando eres famoso, todo el mundo te miente", pero el tren no llega hasta la estación.

Del mismo modo, The Weeknd no muestra suficiente carisma en pantalla como para convertirlo en un candidato viable a "gurú irresistible", ni sentimos la química con Jocelyn que podría explicar su atracción. Así que los elementos más vistosos del programa -bebida, drogas, sexo y traición- acaban resultando vacíos. The Idol se esfuerza demasiado por impresionarnos con su frescura, cuando lo que realmente le vendría bien es un chute de sinceridad. A pesar del reparto y de las conexiones con los éxitos, The Idol no consigue ganar fans.